jueves, 12 de noviembre de 2009

Ahora, yo te digo...

Es imposible que te veas al espejo y no tengas al menos un pensamiento dedicado a juzgarte, a criticarte.....o tu mente se dedica a pensar en una amistad perdida, un “¿que sería si dijera…?”, o, ¿qué sería si hiciera...? Al menos 500 veces pensamos en personas que ya no están o aquellas que no volverán, eso es varias veces al día y por lo mínimo, dedicamos cientos de pensamientos a personas que están a nuestro lado, cerca o son parte del presente, pero no se lo decimos..... Creemos que somos honestos en nuestro pensar pero la verdad se esconde tras las apariencias y son ellas las que nos enseñan la verdad....¿Incoherente verdad? ¿Sabías que el solo hecho de pensar el resultado de cuánto es dos por dos, se nos arruga el corazón y nos estresa? Pues imagina cómo sería pensar a diario y contar cuántas cosas no dije, o dejamos de decir o hacer. Lo que somos lo somos porque no queremos serlo y cuando somos nos encontramos en el cielo. No puede haber mañana sin un presente pasado y no puede haber un ahora sin un buen riesgo tomado. No podemos alcanzar nuestros sueños sin atrevernos a arriesgarlo todo y la vida no está hecha de casualidades sino de decisiones y necesidades. No podemos vivir sin las máscaras que nos ponemos para no mostrar nuestro ser verdadero, porque si así fuera, pensaríamos que estamos en el paraíso. Por naturaleza el ser humano no puede creer que la vida pueda ser hermosa y por esto la hacemos difícil y complicada y es que las complicaciones son la sal de la vida......¿Otra incoherencia? Resulta que las máscaras nos permiten conocernos sin tanto trauma y descubrir juntos el placer de un viaje donde me dejo conocer y te dejas conocer, pero no puedo mostrarte toda mi alma porque entonces no habría más que decir o hacer......Si fuéramos transparentes el sol nos atravesaría. Recordemos lo que Gullevic dijo una vez: "Hay que hacer con las cosas, lo que la luz hace con ellas". Estar sin estar, pensar sin pensar, vivir sin vivir y morir viviendo, son los ingredientes que a diario le ponemos a nuestra existencia humana y resulta que mientras más caos creamos, más orden se impondrá en un nuevo sistema. ¿Incoherente? Así es la existencia humana. Si puedes leer entre líneas, habrás entendido bien y más aún, habrás sentido lo que significa ser incoherente con cordura y con pasión.